Según experimentos psicológicos recientes, una de las ventajas de usar efectivo es que se ahorra más, ya que al utilizar métodos distintos al dinero en efectivo reduce la responsabilidad y esfuerzo que va asociado a la adquisición del dinero, no dejándonos ser conscientes del verdadero valor de nuestras compras.
Según Avni Shah, profesor asistente de marketing en la Universidad de Toronto, cuando pagamos con dinero en efectivo creamos un sentimiento de pérdida de propiedad que no se produce cuando pagamos con tarjeta de débito o crédito, pues en esta última forma de pago al realizar la transacción se nos devuelve el plástico y no afecta a nivel subconsciente.
Según Shah, «pagar en efectivo hace que seas más reflexivo y comprometido con aquello que compras», siendo sin duda una de las principales ventajas de usar efectivo.
De hecho se hizo un estudio en el que se dividía a varios participantes en diferentes grupos. A un grupo se le otorgaba un vale de compra de 50 dólares y al otro grupo se le entregaba la misma cantidad en efectivo. Los voluntarios que usaron el bono terminaron gastando más que los que debían pagar con dinero en efectivo.
En otro estudio publicado por Journal of Experimental Psychology en 2008, se hizo una prueba con estudiantes en los que se concluyó que los individuos testados estaban dispuestos a gastar más en una comida al pagar con tarjeta de crédito, que con dinero en efectivo.
En un segundo estudio publicado en el Journal of Consumer Research, en el que se hizo un seguimiento de seis meses a varios voluntarios. Los investigadores concluyeron que los consumidores que pagaron con tarjeta compraron un mayor porcentaje de comida basura y alimentos poco saludables que los que pagaron en efectivo.
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