En muchas carnicerías hay rutinas que parecen inamovibles.
Cada noche, después de una larga jornada, se repiten las mismas escenas:
“¿Cuánto falta en caja?”
“¿Quién cerró ayer?”
“¿Dónde está el billete de 50?”
La carnicería de Rafael González, en Navaluenga (Ávila), también vivía esa realidad. Hasta que un día tomó una decisión que cambió su negocio: dejar de contar la caja al cierre.
No fue un capricho, fue una necesidad.
Porque cuando el negocio funciona, pero el cierre pesa más de la cuenta, hay algo que no encaja.
El coste invisible de seguir como siempre
- Según estudios del sector, hasta un 20 % de las pérdidas en negocios de alimentación provienen de errores humanos y de una gestión ineficiente del efectivo.
- Eso supone miles de euros al año que no aparecen en inventarios ni albaranes… pero sí en el balance.
- Y lo más preocupante: muchos negocios ni siquiera son conscientes de lo que están perdiendo.
Rafael lo entendió. Decidió dejar de normalizar el descontrol y apostó por profesionalizar su operativa con un sistema de gestión de efectivo CashGuard Core, junto al software Agora.
Hoy, cada moneda está donde debe estar. Y su rentabilidad también.
¿Qué problemas solucionaron?
¿Qué cambió en la carnicería con CashGuard y Ágora?
Hoy Rafael cierra su carnicería con la tranquilidad de saber que todo cuadra. Sus empleados trabajan sin la presión de manejar efectivo ni el miedo a equivocarse, y los clientes confían más al ver un entorno seguro y profesional.
La calma que antes faltaba en los cierres ahora se nota durante todo el día: menos estrés, más confianza, más tiempo para lo realmente importante —atender al cliente y hacer crecer el negocio.
La experiencia en primera persona
Y como no queremos que te lo contemos solo nosotros, aquí tienes la entrevista con Rafael González, donde comparte en detalle cómo CashGuard transformó la gestión de su carnicería y la tranquilidad que hoy disfruta junto a su equipo.


Asesoramiento Telsystem
A veces, un pequeño ajuste marca la diferencia en el resultado final.