Según informes concluyentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre si el coronavirus pueda contagiarse a través de un contacto con una superficie artificial, como en el pago en efectivo. El riesgo es mínimo.
En este sentido, las recomendaciones sobre evitar el uso de efectivo no tienen ninguna evidencia científica que lo corrobore. Este tipo de afirmaciones solo conlleva a la desinformación y fake news. Adicionalmente existen estudios que confirman que la supervivencia del virus en papel (billete) es incluso menor que en el plástico (tarjeta). Siendo este último uno de los materiales donde más persiste.
Según la OMS, “La enfermedad COVID-19 se transmite principalmente a través de un contacto físico cercano y por aerosoles“.
A los informes de la OMS se unen diferentes organismos nacionales e internacionales y autoridades monetarias. Tales como el Banco Central Europeo o el Centro Superior de Investigaciones Científicas de España los cuales coinciden en que no existen evidencia científica que justifique un riesgo añadido derivado de la utilización del efectivo.
Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
Lavarse las manos con frecuencia y extremar las medidas de higiene, independientemente del método de pago utilizado.
El pago en efectivo es un método de pago seguro.
Datos del Barómetro de Hábitos y Percepción de los Ciudadanos respecto al Pago en Efectivo que confirman que un 74% de los españoles prefiere el pago de efectivo para sus gastos diarios, sobre todo para cantidades inferiores a 20 euros, y principalmente en tiendas pequeñas o de barrio, y hostelería.
El uso de efectivo seguirá siendo una forma de pago universal e inclusivo que otorga gran confianza a los ciudadanos.
La solución de gestión de efectivo CashGuard configurada en modo autopago ha sido una de las demandas que más hemos tenido en el último año desde el comienzo de la pandemia. El motivo principal que nos relataron los clientes que optaron por dicha opción de configuración era la higiene. El sistema aporta el hecho de que el empleado no tuviera contacto con el efectivo, y ofrecer una tranquilidad a sus clientes ante esta crisis sanitaria. Pero tras probarlo unos pocos meses, han visto también la agilidad que ha aportado al día a día en sus establecimientos, además de haber eliminado por completo la pérdida desconocida que había en sus negocios.
Aparte de la higiene, seguridad y agilidad, esta configuración de autopago aporta también un nivel de atención mucho mejor por parte del empleado. Ya que, no tiene que preocuparse en ningún momento de realizar el cobro (con el tiempo y pérdidas por errores humanos que ello lleva asociado en el caso de un sistema de cobro tradicional con cajón portamonedas).